Las juntas metálicas son diseñadas específicamente para resistir temperaturas extremas, así como presión y exposición a químicos.

Existen diferentes tipos y las hay en configuraciones estándares y personalizadas, dependiendo del uso que se le quiera dar.

Las juntas metálicas son elaboradas con diferentes materiales que son perfectos para adaptarse a todos los tipos de aplicación.


Existen diferentes tipos de juntas metálicas, a continuación, te decimos cuáles son:


Juntas espirométricas: ofrecen compresibilidad sistemática

Juntas metálicas: están diseñadas para resistir temperaturas constantes o cíclicas

Juntas Kammprofile: fiabilidad excepcional en aplicaciones difíciles

Juntas Corrugated Gaskets: Núcleo de metal corrugado disponible con cuatro opciones de revestimiento

Juntas Enchaquetadas: combinan la resistencia superior a la temperatura de una cubierta metálica

Juntas Sólidas: Disponible con o sin material de revestimiento

Las principales ventajas de las juntas son la capacidad de soportar altas y variadas presiones y temperaturas, en función de los materiales seleccionados puede resistir hasta 1000º C. Son adecuadas para diseños de brida ligeros y pesados, menos sensibles a los fallos de montaje.

Si necesitas saber más información sobre las juntas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, somos expertos.